Riesgos de las gestoras de los fondos de inversión: desafíos y soluciones

Conoce los principales riesgos de las gestoras de fondos de inversión. Información sobre estrategias efectivas y seguros especializados.


Los fondos de inversión son una herramienta financiera que permite a los inversores, sean del tamaño que sean, acceder a una gestión profesional de su patrimonio, diversificando su dinero en distintos activos, reducir riesgos y obtener liquidez. En este ámbito, las gestoras de fondos de inversión administran y gestionan el patrimonio de los inversores buscando adecuar la rentabilidad al perfil del propio inversor.

En este artículo analizamos el papel de las gestoras de inversión, los principales riesgos a los que se pueden enfrentar las inversiones que realizan, los tipos de gestión y la importancia de la diversificación, así como el relevante papel de los seguros para proteger la actividad de estas gestoras y sus profesionales.

¿Qué hace la gestora de un fondo de inversión?


Las principales funciones de una gestora de fondos de inversión pueden resumirse en:

  • Seleccionar los activos financieros. Es la función principal, y conlleva la toma de decisiones estratégicas para seleccionar el destino o destinos del dinero de sus clientes.
  • Gestionar la cartera. Una vez seleccionados los activos, según el tipo de fondo debe diversificar el monto de la inversión para optimizar su rentabilidad.
  • Ajustar la estrategia de inversión. Los cambios de los mercados hacen necesaria una constante monitorización de la estrategia de inversión para movilizar el dinero cuando las circunstancias lo aconsejen.

Principales riesgos de las gestoras de fondos de inversión


1. Volatilidad de los mercados


A pesar de que los analistas de riesgo contemplen todos los posibles escenarios en los que se mueven los mercados, pueden producirse inesperados eventos económicos, políticos o sociales que afecten a los mercados monetarios. Son varios los eventos acaecidos en los últimos años, como la crisis financiera de 2008, la pandemia del COVID-19, la reciente guerra de Ucrania, o los atentados del 11-S de Estados Unidos.

2. Conflictos de interés con otros inversores o accionistas


La actividad de una gestora de inversión puede generar conflictos de interés con sus clientes cuando las decisiones de ésta no se basan en la rentabilidad y seguridad de las inversiones de los clientes. Entre los principales conflictos que pueden surgir se encuentran el cobro de comisiones excesivas, falta de transparencia y mala praxis en la valoración de activos o conflictos con fondos propios de la gestora. Regulaciones como la normativa europea MiFID II han contribuido a la transparencia, pero sigue siendo fundamental que los inversores revisen cómo se invierte su dinero.

3. Falta de diversificación en la cartera de inversión


La diversificación de la cartera de inversión es crucial para la estabilidad de un fondo de inversión, ya que mitiga el riesgo que se asume sin disminuir necesariamente la rentabilidad. Contribuye a una menor volatilidad del fondo y puede reducir el impacto de eventos económicos, como un incremento de la inflación.

4. Costes asociados a la gestión del fondo


La gestión del patrimonio que se destina a fondos de inversión conlleva unos costes asociados que el inversor ha de tener en cuenta a la hora de contratar los servicios de una gestora de inversión.

Estos costes pueden ser comisiones de gestión y depósito, las que cobran la gestora y el depositario, respectivamente. Son comisiones ya deducidas del valor liquidativo del fondo, puesto que se cargan directamente al fondo de inversión. También puede haber comisiones de suscripción y reembolso, e incluso es posible que se cobren comisiones por cambiar la inversión de un compartimento a otro, dentro del mismo fondo.

5. Cambios regulatorios y su impacto en los fondos de inversión


Sin duda, el segmento de los fondos de inversión, como parte muy representativa del sistema económico, se ve afectado por una estricta regulación que, además, está en constante evolución. Los continuos cambios normativos afectan de manera importante a la gestión de los fondos de inversión.

Entre las últimas normativas que han de adaptar las gestoras se encuentran el nuevo Reglamento de Instituciones de Inversión Colectiva (IICs), con vigor desde el 15 de enero de 2024; la Directiva (UE) 2024/927 sobre fondos de inversión alternativos (FIA) y UCITS, en vigor desde el 15 de abril de 2024; o la normativa de la CNMV sobre sostenibilidad en fondos de inversión (ESG), desde el 21 de noviembre de 2024.

Cómo mitigar los riesgos en los fondos de inversión


Gestión activa vs. gestión pasiva


La gestión de un fondo de inversión se puede realizar de modo activo o pasivo. La estrategia activa busca obtener una rentabilidad por encima del mercado. Normalmente ofrece una rentabilidad mayor; sin embargo, sus comisiones suelen ser más elevadas que las de la gestión pasiva. Ésta, por su parte, consiste en replicar el comportamiento de un determinado índice bursátil, invirtiendo en su bolsa de valores, sin que el gestor haya de intervenir.

En definitiva, la gestión activa resulta mejor para inversores que buscan mayores rentabilidades, aceptan más riesgo y están dispuestos a pagar comisiones más altas, mientras que la gestión pasiva es ideal para inversores que prefieren estabilidad, bajos costos y un enfoque a largo plazo.

Importancia de la diversificación


La diversificación es una de las estrategias más efectivas para reducir riesgos y mejorar la estabilidad de un fondo de inversión. También puede ayudar a obtener una mayor liquidez y flexibilidad.

Hay conocidas estrategias de diversificación exitosas, como la All Weather Portfolio (basada en la teoría de ciclos económicos, con el objetivo de resistir cualquier entorno de mercado), la Estrategia 60/40 (invierte 60% en renta variable y 40% en renta fija) o la Hedge Funds, con una diversificación extrema con inversiones en múltiples activos.

Conocer el perfil de riesgo del inversor


Sea como fuere, para una correcta gestión del patrimonio de un inversor, es necesario conocer su perfil de riesgo. Existen 7 niveles para medir esta exposición al riesgo, dependiendo de factores como la edad, el horizonte de inversión y los objetivos financieros del inversor.

Estos niveles van desde el perfil ultraconservador (nivel 1), en el que se busca obtener siempre un beneficio, hasta el más arriesgado (nivel 7), que está dispuesto a asumir riesgos extremos a cambio de posibles ganancias elevadas.

Importancia del seguro para las gestoras de fondos de inversión


Administrar y gestionar inversiones de terceros es una actividad de mucho riesgo, por eso contar con un seguro de responsabilidad civil que cubra los posibles perjuicios causados a inversores o terceros resulta crucial para el desarrollo de esta actividad. Los profesionales, y la propia sociedad gestora, pueden verse expuestos a reclamaciones por parte de clientes, proveedores, competidores, organismos públicos, acreedores, accionistas o empleados.

El seguro protege el patrimonio personal y familiar de los administradores y altos cargos de las gestoras de fondos frente a decisiones, actos u omisiones por el incumplimiento de la normativa en el desarrollo de su actividad. También protege el patrimonio de la entidad por perjuicios causados a sus inversores por errores u omisiones profesionales.