El cierre de la marmota

Conoce la visión de Lola Cabello de los Cobos, head of corporate financial lines, sobre las prácticas del sector asegurador a cierre del año.


Nos acercamos un año más al cierre del ejercicio, un periodo muy interesante en el que podemos observar los distintos comportamientos en el mundo asegurador.

Se percibe en ciertas líneas de negocio durante esta época del año un olvido de las normas de suscripción, con el fin de alcanzar unos objetivos anuales, que en muchos casos son excesivos y difíciles de conseguir con la situación actual de mercado.

La presión por cumplir los elevados presupuestos junto con la entrada de nuevos actores en el mercado local, que deben alcanzar la mayor cuota de mercado en el menor tiempo posible, agudizan esta situación.


Cuando coincide este comportamiento con una siniestralidad en aumento, tanto en frecuencia como en severidad, puede conducir a ciertas líneas de negocio a ser deficitarias. Ya hemos visto en el pasado como ciertas líneas de negocio como daños materiales, algunos tipos de responsabilidad civil profesional, D&O etc. Se enfrentaron a esta situación originando el caos en el mercado asegurador por un endurecimiento drástico de las condiciones aseguradoras en un corto periodo de tiempo o incluso un abandono precipitado de la suscripción de estas líneas por parte de ciertas aseguradoras.

Los más perjudicados de esta situación siempre serán los asegurados que en muchos casos ni siquiera consiguen encontrar una solución aseguradora y en otros casos tienen que hacer frente a desproporcionadas subidas de prima o tener que aceptar unas condiciones mucho más restrictivas.

Esta situación no solo se le puede reprochar a las aseguradoras o corredores sino también a los asegurados que en ciertos casos impulsan esta competitividad en periodos de mercado blando. Paradójicamente las tres partes son conocedoras de que esta situación es técnicamente insostenible en el tiempo, pero aun así el juego continúa hasta que el deterioro de la línea en cuestión sea crítico y requiera una reacción inmediata del mercado asegurador.

Deberíamos entre todos ser capaces de alcanzar un equilibrio a lo largo del tiempo evitando estos vaivenes tan perjudiciales para todos y que en mercados internacionales más maduros son menos radicales. Esto no significa que no deba de existir la competencia entre nosotros, que es enriquecedora y a todos nos obliga a mejorar, sino que deberíamos de trabajar por mantener un mercado estable y evitar situaciones tan especialmente llamativas y negativamente desproporcionadas como las que a veces vivimos en los meses previos al cierre, que en otras actividades o industrias serian impensables.

La imagen y profesionalidad del sector asegurador, así como los asegurados nos veremos beneficiados de ello.


Lola Cabello de los Cobos

Head of Corporate Financial Lines